Calzado infantil: precauciones y consejos para una correcta elección

Otras 07 de noviembre de 2015 Por Las Rosas Digital
El calzado infantil no debería guiarse por la moda, dado que puede incidir negativamente en el desarrollo de un órgano en constante evolución en el niño y entorpecer el desarrollo correcto de la marcha.
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Según afirma Javier Ferrer, podólogo de Hospitales Nisa “calzar a un bebé, aunque resulte estéticamente aceptado, es completamente perjudicial, ya que la estructura ósea de un niño tarda en consolidarse completamente. Así que si los cubrimos, cuando aún no se han desarrollado, estamos perjudicando su óptimo desarrollo”.

¿Para que sirven los zapatos?
Los zapatos son una prenda de vestir que sirve para proteger el pie del frío y posibles traumatismos.
No se consideran un elemento indispensable, de hecho los bebés sólo necesitan de calcetines en invierno para protegerlos del frío.

¿Porque el calzado infantil debe ser diferente?
Porque el niño es hiperlaxo, es decir, que sus articulaciones son muy blandas, es lo que los médicos llamamos “pie plano-laxo infantil”, esta situación se considera normal hasta aproximadamente los 3 años.

¿Cuál es el calzado recomendable para favorecer un correcto desarrollo del pie?
A partir de los 3 años el niño comienza a mejorar su tono muscular y eso hace que empiece a formarse el puente de la planta del pie, para ayudar este proceso se recomienda que:
-Los zapatos sean ligeros y bajos, mejor que las botas.
-Que la parte delantera tenga una forma cuadrangular y con anchura suficiente para dejar libertad al movimiento de los dedos.
-Que no quede justo, se aconseja una distancia de 1 a 1,5 cm. entre la punta del dedo gordo y la punta del zapato.
-La suela debe ser de un material que evite que el niño pueda resbalar y sobre todo debe ser flexible, preferentemente en la mitad anterior, zona que se flexiona al caminar, y de esta manera ejercitamos la musculatura del puente del pie.
-El contrafuerte debe ser reforzado para sujetar mejor el tobillo dando más estabilidad al pie y la tendencia natural de girar los pies hacia adentro al caminar.
-El material de confección debe ser transpirable y vigilar que no provoque rozaduras en la piel para evitar heridas, eczemas y sobreinfección por hongos.
-Mejor zapatos fáciles de quitar y poner, que faciliten la autonomía del niño.

¿Es recomendable utilizar todo el día los zapatos deportivos?
Cualquier tipo de calzado: zapato, sandalia cerrada, calzado deportivo… es adecuado siempre que cumpla los requisitos mencionados.
Sería recomendable que para hacer deporte tuvieran unas deportivas sólo para esta tarea y cambiar calcetines y zapatos después de su práctica para mantener los pies lo más secos posibles. Se recomienda tener un par de zapatillas deportivas para alternarlas y ventilar adecuadamente.

¿Que debemos tener en cuenta cuando vamos a comprar los zapatos?
Revisar periódicamente el tamaño del zapato. En estas edades el pie crece rápido y puede cambiar de numeración sólo en tres meses.
No es bueno aprovechar los zapatos de otro niño. El zapato se amolda a cada pie en particular.
Los zapatos deben ser cómodos desde el primer momento, se han de probar siempre los dos pies y con el niño puesto de pie.
Es mejor comprarlos por la tarde. Hay una diferencia del 4% del volumen del pie respecto de la mañana.

¿Mi hijo se quita los zapatos al llegar a casa, es malo que los niños caminen descalzos por casa?
No es desaconsejable que lo hagan, sólo tenemos que vigilar que la temperatura y las condiciones de la superficie del suelo lo permitan y procurar que no puedan resbalar o lesionarse los dedos. De hecho es muy recomendable que caminen descalzos por la playa para estimular la musculatura de la planta del pie.

Año a año, paso a paso

Los pies de los niños necesitan varios años para adquirir la forma y posición que tendrán cuando sean mayores, hasta los cuatro o cinco años, cuando los ligamentos y músculos estén desarrollados. Es muy importante entender y saber qué zapatos son los idóneos en función de la etapa evolutiva del niño:

De 0 hasta que comienza a gatear: no se recomienda ningún calzado, es suficiente para protegerlo del frío con medias o escarpines.

Fase de gateo: debemos poner un zapato flexible de tejidos nobles, que además de resguardar del frío, lo proteja de los golpes. Debe tener protección tanto en la puntera como en el talón y suela blanda de 2-3mm. Es conveniente vigilar los pies por si aparecen roces.

De 1-3 años: cuando el niño empieza a andar, hay que utilizar un calzado con suelas flexibles que le permitan sentir cualquier terreno. Además, es preferible que lleven velcro, así se favorece su desarrollo psicomotriz, ya que el propio niño puede atarse y desatarse.

De 4-7 años: en esta etapa el pie tiene mucha actividad, por lo que el niño deberá calzar un zapato adecuado para evitar lesiones e impedir que sufra alguna patología.

De 7-14 años: el niño comienza a establecer el patrón de marcha adulta, y el pie no está totalmente desarrollado. En esta etapa, los niños tienden a dejarse llevar por la moda, pero no siempre eligen el calzado más adecuado.

Fuente: Fundación Hostpitals de Nens (Barcelona) y Hospital Nisa / Salud a Diario

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