Con precios que siguen por las nubes para los granos, con rendimientos que siguen marcando realidades muy diferentes en el país, a medida que avanza la cosecha gruesa, se presupuestan márgenes 22/23 con costos también por las nubes, suponiendo un sostén de precios de venta como los que muestran hoy los mercados de futuros. La ganadería por otro lado, sigue siendo desafiada por la macroeconomía local, que sigue poniendo el corto plazo por delante del mediano y largo, complicando la planificación y desarrollo de la actividad más importante para el ingreso de divisas, con agregado valor a través de procesos biológicos, en nuestro país.

Sabemos que tanto el stock vacuno, como la productividad de carne por cabeza de ganado, no crecen significativamente los últimos años, y, por el contrario, decrece. La cría bovina, la fábrica de terneros, como suele llamarse a esta actividad, que genera los terneros que el resto de la cadena cárnica necesita para producir kilos de carne, es el punto de partida para iniciar mejoras que se reflejen en más producción de carne, sobre todo considerando que Argentina no supera el 61% de destete a nivel nacional, es decir, de cada 100 vacas existentes en el rodeo nacional, solo 61 llegan a parir, criar y destetar un ternero, que seguirá el proceso de recría y engorde.

Según datos publicados por el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, hay limitantes en las empresas de cría del país, que impiden que estas mejoren su competitividad. 

                                  Fuente: MAGyP. Limitantes tecnológicas de la cría bovina. 

Para simplificar este informe y lograr un resumen descriptivo de estas limitantes, nos enfocaremos en las limitantes identificadas en establecimientos de cría de 101 a 500 vacas, que concentran 33% de las existencias de vacas del país. En el gráfico pueden verse las limitantes identificadas como principales en las diferentes zonas productivas del país. Considerando que entre Buenos Aires y Santa Fe se concentra 47% de la existencia de vacas del país, vemos que, en estas dos provincias, las limitantes más sobresalientes mencionadas son inadecuado ajuste de carga y manejo de pastoreo, escasa planificación y gestión empresarial, escaso uso de germoplasma forrajero adaptado, y bajo poder de negociación de ventas. Hay otras limitantes, como la falta de infraestructura, manejo de vientres y monitoreo de pasturas, pero en menor superficie identificado como prioridad.

Tanto el ajuste de carga, como la planificación y gestión y el poder de negociación de ventas, se vinculan más a falta de desarrollo de tecnologías de procesos, y no a tecnología de insumos, como podría inferirse respecto al uso de germoplasma forrajero adaptado. Si vemos en cualquier margen bruto de cría, que la suma de gastos de ventas de los terneros, como de compra de toros, pueden igualar y hasta duplicar el total de gastos directos (mano de obra, sanidad, pasturas, etc.) en la actividad de cría, puede decirse que, de todas las limitantes mencionadas, elevar el poder de negociación de ventas, podría tener un impacto económico muy superior en el resultado final de la actividad, respecto a las otras limitantes. Es importante agregar que elevar el nivel de planificación y gestión, involucra la comercialización y por ende afectar el poder de negociación mencionado. 

Los caminos tradicionales para comercializar terneros son remates de feria, consignatarios de hacienda, y hace algunos años comenzó a operarse a través de mercados virtuales, uno de los cuales es el ROSGAN, mercado desarrollado entre la Bolsa de Comercio de Rosario e importantes consignatarios de hacienda del país. Este mercado no solo tomo un espacio protagónico en la comercialización de cría e invernada, sino en los medios a través de los cuales hacerlo, usando la televisión y plataformas virtuales, para unir la oferta y la demanda, generalmente muy alejadas geográficamente. También desarrollo herramientas comerciales, como el precio índice de referencia nacional, forward ganadero, futuros ganaderos, este último en desarrollo.

A través de la publicación de precios promedio de remates desde el ROSGAN, vemos que los últimos tres meses han mostrado subas de casi 23% para el precio promedio del ternero, lo que, de continuar a ese ritmo, alcanzaría más de 90% de subas en doce meses. Si bien estos precios no representan el total de negocios de venta de terneros, sí se han convertido en una referencia importante a tener en cuenta a la hora de comercializar hacienda. 

Conclusiones: La realidad agrícola y ganadera del país debe abrirse camino a los fuertes cambios del contexto global y local, que afectan los resultados finales de la producción agropecuaria. Ver que la planificación y gestión es uno de los problemas más priorizado en las empresas de cría de Bs As y Santa Fe, no sorprende, ya que es una falencia común a los sistemas productivos de baja o mediana escala, tanto agrícolas como ganaderos. 

Para comparar agrícola y ganadero, diremos que los presupuestos agrícolas, con costos y precios futuros altos, podrían complicar los resultados, si quedamos comprados con insumos caros, y los precios de venta de granos, dentro de doce meses, tomaran un camino de vuelta a las bajas, siempre que no hayamos usado herramientas comerciales y de cobertura de precios en pre siembra y pre cosecha. Los presupuestos ganaderos, sin embargo, principalmente en los sistemas de cría, son más complejos y largos, dado que, lo que sería la siembra, comienza con una vaca en servicio, la duración del cultivo abarcaría desde el inicio de preñez, la gestación, el parto, lactancia, hasta llegar a la cosecha del ternero, el destete. Todo esto tiene una duración de dos años, y la previsibilidad de precios apenas comienza a verse a través de la plataforma del MATBA-ROFEX, gestionada por el ROSGAN.

La realidad agrícola-ganadera tiene algunas limitantes fundamentales para avanzar en su desarrollo y seguir creciendo. De las priorizadas, la planificación y gestión, es la más desafiante tranquera adentro, dado que nos pide comprender los aspectos comerciales, financieros e impositivos, que afectan los resultados de compras, ventas, stock, etc., considerando los vaivenes de las reglas de juego locales, que ponen a prueba la flexibilidad de nuestras decisiones.

Sin elevar el nivel de planificación y gestión de las empresas, será muy difícil detectar puntos débiles y corregirlos, para avanzar en el desarrollo productivo y comercial de nuestros sistemas agropecuarios.

Marianela De Emilio
  Ing. Agr. Msc. Agronegocios
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