Las divisas del Central y agua en el suelo

Opinión 10 de junio de 2020 Por Las Rosas Digital
Opinión - Por Marianela De Emilio - Ing. Agr. Msc. Agronegocios
Imagen de referencia

La semana pasada hablamos de la inversión como resguardo de valor, y de los riesgos climáticos como los más previsibles de estos días. Mientras tanto, algunas empresas reaccionaban suspendiendo ventas de insumos, ante nuevas restricciones del Banco Central de la República Argentina para la compra de divisas destinadas a pagos en el exterior de productos importados. 

Hubieron idas y vueltas de planteos desde empresas de insumos, cámaras y entidades que nuclean representantes del sector agropecuario e industrial, hacia el Banco Central, en busca de nuevas definiciones de la entidad bancaria, que permitan previsibilidad en el tipo de cambio al que se dará el cumplimiento de pagos de compromisos de compras para la campaña 20/21, que ya viene a todo vapor con la siembra otoño-invernal. 

El avance de la siembra de trigo alcanza el 30% de 6,8 millones de hectáreas proyectadas, 10% más que el avance del año pasado a igual fecha. Sin embargo, así como el Banco Central marco un freno para la compra de insumos, el bajo nivel de humedad en el perfil de suelo en algunas zonas, frenó por los próximos días el avance de la fina. 

argentina imagen satelital
En la imagen satelital del Sistema de Monitoreo Global de Agricultura de la NASA, al 1° de junio 2020, se observa como el Índice de Humedad del Suelo (SWI) se encuentra por debajo del 50% en gran parte del área triguera, Córdoba (28%), Santa Fe (49%) y Norte de Bs As (42%), territorios que producen el 53% del trigo del país. Hasta la fecha, en estas zonas se ha sembrado el 35% de la superficie estimada para la 20/21, y en Córdoba, provincia con el mayor déficit hídrico, se estima un potencial recorte del 30% del área proyectada inicialmente, de no mediar una recuperación de humedad en los perfiles de suelo, mientras en Santa Fe y norte de Bs As es muy prematuro hablar de recortes, a pesar de niveles de humedad que se alejan de los óptimos.

Comunicados trascendidos hablan de que la provisión de insumos, principalmente fertilizantes, destinados al trigo y otros cultivos invernales, estarían garantizados en volumen, para quienes aún no hayan realizado las compras pertinentes. Aunque la suspensión para cerrar precio al tipo de cambio actual de algunas empresas, debido a las restricciones del Banco Central, se suma a las restricciones hídricas, y podrían causar definiciones como planteos productivos con baja aplicación de tecnología, principalmente fertilizantes, o directamente suspensión de siembras.

Para avanzar en los riesgos que trae aparejado la falta de previsibilidad para la compra de insumos, la siembra de maíz, cuyas compras de semillas y fertilizantes en precampaña, marcan la intención de siembra de este cereal, también se ve amenazada, y los pronósticos estacionales, con limitaciones para la zona núcleo maicera del país, muestra un escenario que invita a repensar las inversiones para la 20/21.

El mundo afianza sus señales de reactivación económica, y los commodities dan luz verde a subas, que, a paso muy lento, pero tienden a mejorar el nivel de precios de las materias primas en el corto y mediano plazo. Si hay que resumir las perspectivas de los tres cultivos, soja y maíz muestran mejoras por compras de China y subas del petróleo, que arrastra a la suba al etanol, y trigo, con dudas productivas para el Hemisferio Norte, se sigue mostrando con fortaleza en los precios internacionales. 

Los tres granos pueden dar oportunidad desde el plano internacional, pero ¿cuál es la mejor combinación de siembra, que reduzca riesgo productivo y económico a nivel local? Si la coyuntura local avanza hacia un escenario deficitario de divisas, la moneda local seguirá presionada a devaluar, con lo que el planteo de resguardar valor a través de la siembra de cereales, sigue siendo una alternativa a analizar dentro del planteo productivo, siempre que los costos en Dólares puedan cerrarse al tipo de cambio que se liquidan los granos, punto fundamental de negociación a exponer.

Esta semana inicia con una reunión entre las autoridades del Banco Central de la República Argentina y la mesa de enlace de las entidades gremiales agropecuarias. Si bien ya se establecieron acuerdos entre el BCRA y la Unión Industrial Argentina, para acordar procedimientos tendientes a superar los inconvenientes causados por las restricciones al acceso al mercado de cambio a las empresas que deban importar insumos y así evitar demoras en el tratamiento de los pedidos de acceso a divisas. Hay condiciones que podrían elevar el precio de algunos insumos en Dólares, a fin de compensar las restricciones cambiarias, lo que daría motivos para seguir buscando ajustes a las medidas tomadas por el Banco Central, y que las mismas no se trasladen a mayores costos de producción.

Conclusiones: La información abunda, las novedades parecen tan repetidas, y el malestar a veces juega malas pasadas en la toma de decisiones. Es por esto que, si optamos por bajar el nivel de diversificación de siembra y recortar la apuesta por tecnología que maximiza rendimientos en los cultivos, es importante que recordemos que esto aumenta la vulnerabilidad de nuestro sistema productivo, dado que todas las flechas señalan nuevamente a disminuir la superficie de cereales y aumentar la de la oleaginosa, quedando más expuestos a los avatares del monomercado de soja, y retrocediendo en el sendero del agregado de valor. 

En cuanto a las restricciones climáticas, evaluar la estabilidad de rendimientos en años de bajas precipitaciones primaverales, y evitar descartar cultivos que muestran mayor flexibilidad ante condiciones limitantes de humedad.

Las restricciones vienen del clima y del Banco, pero las cuentas de que combinación de rotaciones ofrece mejor oportunidad de capturar valor a nivel local, corre absolutamente por nuestra cuenta.

Marianela De Emilio
Ing. Agr. Msc. Agronegocios
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