Un sanjorgense es Campeón Argentino de Metegol

"El año pasado había jugado, pero perdí la semifinal. Me volví a mi casa con una amargura terrible y entonces me propuse mejorar este torneo", le cuenta Gabriel. Con ese objetivo practicó jugadas y movimientos durante las últimas semanas previas al campeonato, en un intento por llegar de la mejor manera. Y lo logró.

A los seis años le regalaron su primer Metegol y a partir de ahí nunca más lo abandonó. Ya forma parte de su vida cotidiana, parece excitarse ante el sonido de la bola golpeando la chapa. Hubo un tiempo en el que el trabajo agropecuario lo separó de su hobbie; pero cuando volvió a girar sus fierros más preciados, la vida le volvió a sonreír.

"Jugar con el metegol es como una terapia, es mi cable a tierra", cuenta.


En Río Ceballos –donde estuvo probando suerte el tenista David Nalbandian, padrino del torneo– Gabriel hizo destrozos; dejó la pelota así de chiquita. Tal fue diferencia que le sacó a sus rivales que en la mismísima final ganó por 7 a 0, y claro, zapatero. Todo ante la atenta mirada de su hijo Nicolás, que con 12 años hoy se vuelca más a los juegos electrónicos, pero que por sus venas también corre la misma pasión: la de clavarla ahí, junto a un palo, sin molinete, obvio.

"Para jugar no tengo secretos. Mi única táctica es la de pisar y pisar la pelota, con todos, hasta con el arquero". Su ídolo es el 10 de Boca. "En mi equipo hay once Riquelmes", se ríe, pero al rato se pone serio y sueña: "Me encantaría que el Metegol sea un considerado un deporte, como en otras partes del mundo".

Por este mérito logrado Angelinetta fue felicitado por el Intendente Municipal Enrique Marucci.

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Fuente: Clarín / Edición: Las Rosas Digital