Una gran oportunidad

Opinión 03 de enero de 2023 Por Las Rosas Digital
Opinión - Por Lic. Arístides Álvarez - Presidente Asociación Civil "Si nos reímos, nos reímos todxs".
argentina festeja mosaico

El tiempo pasa vertiginosamente y nuestros estados de ánimo lo acompañan.

El año 2022 se nos fue con un final memorable para los argentinos cuando el 18 de diciembre la selección Argentina de fútbol se coronó campeona mundial en el torneo de Qatar.

Ese día rápidamente millones de argentinos salieron a festejar por las ciudades y pueblos  de nuestro país y otros miles de personas en el mundo acompañaron nuestra alegría. El martes 20 de diciembre a dos días de la consagración cerca de 5 millones de personas festejaron en la Capital Federal y se unieron en un abrazo infinito de agradecimiento para los jugadores hacedores de ese logro. Habíamos esperado 36 años este momento y el festejo desbordó las calles y todo tipo de organización.

Fue un momento increíble, de infinita alegría para la mayoría de los argentinos.

Podríamos hacer muchas reflexiones y análisis de este hecho, sociólogica, deportiva, políticamente.  Pero yo quiero detenerme en como en esos días de inmensa alegría nos resultó más fácil y menos utópica la convivencia. Había algo por encima de todas las diferencias que nos unía: la selección y el fútbol. Más allá de clases sociales, de las geografías tan disímiles de nuestro país, más allá de los credos, sexos, géneros, y sobre todo más allá de la política partidaria, por sobre todas esas diferencias estaba nuestra selección demostrándonos quizás el camino para alcanzar la tan ansiada unidad que lleva años de intentos, desde aquel mayo de 1810.

Por esos días, nos cedíamos el paso, el lugar, el asiento, nos saludábamos, estábamos de buen humor, lucíamos los colores celeste y blanco de nuestra camiseta de fútbol, colgábamos banderas argentinas en nuestros balcones, ventanas, autos, bici, etc. Nos sentíamos orgullosos de ser argentinos, de haber nacido en este suelo, y sentíamos que el mundo nos admiraba y felicitaba. Un video sintetizó este estado con un juego de palabras, “Que país de mierda” o mejor  “Mierda,  que país”. Nos valoramos, nos sentimos campeones, únicos, unidos, felices.

Pero la felicidad no es eterna, son momentos, a veces muy intensos y que duran casi un mes, como el tiempo del mundial.

Debo admitir que en mis 60 años pocas veces vi a nuestro pueblo tan feliz, allá en el 78, (pero en plena dictadura), allá en el 86 (sin internet) y ahora en el 2022 con toda la tecnología, los cánticos, memes, videos. También es cierto que recuerdo la unidad de aquel 2 de abril de 1982, que se transformaría en profunda tristeza dos meses más tarde el 14 de junio cuando la derrota en Malvinas nos hizo ver sin anestesia la locura de una guerra.

Y entonces me pregunto y les pregunto, ¿debemos esperar un mundial o una guerra para convivir?, ¿para unirnos detrás de una causa? ¿Tanto nos cuesta a los argentinos mirar lo que nos une y dejar de lado las diferencias?. ¿Podremos construir una gran Nación, porque el país hermoso ya lo tenemos y la gente también, a partir de lo que nos une?

Este es  un momento único para afianzar nuestros lazos, para seguir mirando al otro y aceptarlo porque es como vos, argento, si argento hasta la médula y en esa mirada abrazar también - como lo hemos hecho siempre - a quienes eligen nuestro país para venir a vivir, como lo hicieron nuestros abuelos,  bisabuelos, tatarabuelos.

Y la escuela, sigue siendo la primera experiencia para aprender a convivir, a respetarnos, a ser solidarios, empáticos, felices. Por eso este 2023 cuando finalicen las vacaciones y volvamos a la aulas, debemos seguir festejando este logro, debemos seguir abrazándonos, riendo, llorando de alegría al recordar los goles de Messi y las atajadas del Dibu.  

Para a sociedad, no será tan fácil, porque el 2023 es un año electoral y volverán las acusaciones, las campañas sucias, las chicanas, las mentiras, el odio en la política partidaria. Por eso debe ser la escuela el lugar de ideal de convivencia, no solo para los docentes y estudiantes sino para la comunidad toda. Allí debe estar la tolerancia a la diferencias, a la envidia, a la violencia, a la ignorancia, al odio, al temor, al individualismo y la indiferencia.  Allí debemos integrar, incluir a todas y todos. ¡Defendamos la escuela!

Y por siempre y para siempre, donde quiera que estemos en Argentina o en los lugares más lejanos del mundo, ¡Orgullosamente argentinos! 

Lic. Arístides Álvarez
Presidente Asociación Civil
"Si nos reímos, nos reímos todxs"

Te puede interesar