El que cuenta se da cuenta. Precios, costos y clima para planificar
Con subas casi ininterrumpidas en el mercado de Chicago, para soja, maíz y trigo, desde la primera semana de agosto, el informe de Oferta y Demanda mundial de granos del USDA, apoya esas subas tras corregir a la baja la producción y stocks, y al alza el consumo y exportaciones. Mientras tanto, a nivel local, el clima del próximo trimestre amenaza con recortes potenciales para los tres granos, y los costos exigen mayor profesionalismo en la gestión comercial de la cosecha futura.
Resumen del USDA septiembre 2020:
Ø SOJA 20/21: Se ajustó a la baja la producción mundial de soja, principalmente por recortes en Estados Unidos, así como se ajustó a la suba el volumen de consumo y exportaciones, con una disminución de la relación stock/consumo mundial, que pasó de 25,9% en agosto a 25,4% este mes. Esto generó un refuerzo alcista, que se tradujo en subas de U$S 7,5/TN el día de publicación del informe, el pasado viernes 11 de septiembre.
Ø MAÍZ 20/21: Tanto la producción como stock final mundial fueron ajustados a la baja, al igual que en soja, con gran parte de ese recorte, por las mermas esperadas para Estados Unidos. Las exportaciones fueron aumentadas, y la relación stock/consumo mundial proyectada bajo de 27% en agosto a 26% este mes. Los precios en Chicago sumaron subas de U$S 2/TN luego de publicado el informe.
Ø TRIGO 20/21: Finalmente, el trigo, con ajustes de mayor producción mundial esperada, que, a pesar de aumentar también el consumo y exportaciones mundiales, resulta en mayor volumen de stock final global, lleva la relación stock/consumo de 42,2% en agosto, a 42,5% en septiembre, lo que presiona a la baja en el mediano plazo. El mercado en Chicago recortó U$S -2/TN después de publicado el reporte.
En el gráfico se observa la evolución de relación stock/consumo mundial para los tres granos:
Mientras en trigo hay un crecimiento proyectado, en soja y maíz se proyecta una caída, que, a pesar de seguir por encima del 25%, plantea mayor ajuste de abastecimiento, más aún si se considera que gran parte del stock final contabilizado se encuentra en China, volumen no disponible para el resto del mundo.
Mercado local disponible y futuro:
Ø SOJA 19/20: Mientras el disponible alcanzó ofertas de U$S 265/TN, los futuros noviembre y enero superaron los U$S 268/TN, y se orientan hacia U$S 270/TN, valores que no se veían desde agosto de 2018 para la soja disponible. Los futuros de corto plazo sumaron casi U$S 5/TN tras las subas en Estados Unidos el viernes pasado.
Ø SOJA 20/21: Cerca de U$S 244 y 248/TN para los futuros mayo y julio 2021 respectivamente, tocan sus máximos desde que comenzaron a cotizar en el Mercado a Término de Buenos Aires (MATBA), ganando U$S 3/TN solo en la jornada del viernes pasado.
Ø MAÍZ 19/20: Tanto el disponible como los futuros cercanos, octubre y diciembre, tienden a U$S 160/TN, con cierto límite a la suba, que no pudo superar U$S 1 a 1,5/TN plegándose a las subas internacionales. Estos precios disponibles no se veían desde enero de este año.
Ø MAÍZ 20/21: Al igual que en soja, los futuros de maíz también tocaron máximos desde que iniciaron sus cotizaciones en el MATBA, alcanzando U$S 150,5 y 140,5/TN para el maíz abril y julio 2021 respectivamente, estos ganaron U$S 2/TN el pasado viernes, tras las subas internacionales post USDA.
Ø TRIGO 20/21: A pesar de las bajas internacionales, los futuros locales para la nueva cosecha tuvieron leves subas, inferiores a U$S 1/TN, pero que sostienen los precios cercanos a U$S 190/TN, dados los relevamientos del estado de gran parte de la superficie implantada, que sufre stress hídrico y amenaza con mayores recortes de rendimientos.
Costos de producción 20/21:
Cuando hablamos de costos de producción, en general se considera todo lo referido a costos directos, en el caso de la actividad agrícola, el conjunto de costos de implantación, insumos y labores, financiados con capital propio o de terceros, y los costos de cosecha y comercialización, financiados con la cosecha en mano. En el caso de campos alquilados, el costo de alquiler se considera un costo directo, dado que la decisión de alquilar está directamente relacionada con la decisión de sembrar.
Pero también hay que incluir los costos indirectos o de estructura, llamados así por no estar directamente relacionados con la decisión de, por ejemplo, los cultivos a sembrar, pero ser necesarios para sostener la estructura productiva, independientemente de la actividad realizada. Dentro de estos se incluyen salarios, mantenimiento de vehículos y maquinarias, combustible, reparaciones de instalaciones (alambrados, galpones, silos, viviendas), impuestos, servicios, costos de administración y todo lo relacionado con sostener en funcionamiento la agro empresa.
Lo importante de conocer la composición y valor de los costos totales, es dimensionar la incidencia de cada uno de ellos sobre el costo total y el ingreso bruto de cada actividad, para conocer el aporte de cada una de ellas a la rentabilidad de la agro empresa.
Suponiendo un costo de alquiler de 16 qq/ha de soja, para lotes con potenciales de 40 qq/ha de rendimiento, y un costo de estructura de U$S 100/ha, se calculan costos directos de la 20/21 para tecnologías promedio de zona núcleo norte (sureste de Córdoba, sur de Santa Fe y suroeste de Entre Ríos).
Dado el actual contexto climático, con lluvias inferiores a lo normal, que, a pesar de las lluvias recientes, sigue mostrando déficit hídrico para el trigo en pie, y la cama de siembra de soja de primera y maíz temprano, se estiman rendimientos potenciales 15-20% inferiores a los del año pasado para esta zona, 35 qq/ha de soja de primera; 85 qq/ha de maíz temprano; 80 qq/ha de maíz tardío; 30 qq/ha de trigo y 30 qq/ha de soja de segunda.
Con estos datos, pasemos al cálculo de costos totales, Ingresos Brutos y Rentabilidad 20/21 para cada actividad, considerando las actuales subas de precio.
En el cuadro puede verse en Dólares por hectárea (U$S/Ha), los costos para cada cultivo, así como la proporción de ellos respecto a los costos totales. Se observa que, mientras los costos directos comprometen la mayor proporción de los costos totales, de 49% a 64%, el alquiler representa un máximo del 41% para soja de primera y un mínimo del 29% para maíz temprano. Por último, los costos de estructura, representan entre el 7% y el 10% de los costos totales.
Con los precios futuros actuales, y los rendimientos potenciales calculados, vemos que prácticamente ninguna alternativa productiva ofrece rentabilidad. Si no se consideraran los costos de estructura, como normalmente ocurre, la rentabilidad pasaría a ser de -0,9% para soja de primera, 6% para maíz temprano, 8% para trigo/soja de segunda, y -8% para maíz tardío. Salvo maíz tardío, la renta no se vería del todo mal, y llevaría a una falsa sensación de resultado positivo. Esto suele ocurrir, tras no valorar los costos de estructura, por la complejidad que representa el obtener el detalle de los mismos. De esta forma puede estarse produciendo a pérdida, sin tomar conciencia de ello sobre la planilla Excel de márgenes.
Muchos costos pueden ser diluidos parcialmente por efecto devaluatorio, sin embargo, otros, como los de estructura, irán acompañando tanto el ritmo devaluatorio como el inflacionario de la macroeconomía local, por lo que, a pesar de su aparente baja incidencia en función de los costos totales, puede marcar la diferencia entre una utilidad positiva o negativa de la campaña.
Conclusiones:
Entramos a la 20/21 con incertidumbre climática y mejora de precios, que no sabemos si serán suficientes frente a un potencial recorte productivo. Tener en cuenta los costos totales y riesgos productivos a afrontar, permite calificar los actuales precios futuros como buenos, regulares o malos, y, ante un contexto internacional alcista en el corto plazo, pero incierto en el mediano, se recomienda el uso de herramientas comerciales que permitan cubrir pisos de precios más altos, con flexibilidad para aprovechar subas futuras.
“El que cuenta se da cuenta”, aprendí de un sabio profesional. Contar los costos y confrontar con rendimientos y precios, nos lleva a ajustar la planificación de decisiones comerciales, para lograr rentabilidad 20/21.
Marianela De Emilio
Ing. Agr. Msc. Agronegocios
[email protected]