Inversión como resguardo de valor

Opinión 02 de junio de 2020 Por Las Rosas Digital
Opinión - Por Marianela De Emilio; Ing. Agr. Msc. Agronegocios.
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Vivimos de crisis en crisis; De alguna forma vamos a salir; Ahora sí que estamos en el horno; son algunas de las expresiones que repetimos o escuchamos, con diferentes tonos de preocupación. Semana a semana estamos pendientes de resoluciones, convenios y permisos, mientras conviven múltiples tipos de cambio, crece la presión devaluatoria, persisten precios mínimos en las materias primas, hay falta de liquidez y cambios en las reglas de juego financieras. Son pocos los condimentos que aportan previsibilidad en el corto y mediano plazo, y son los que debemos ver con claridad para la toma de decisiones productivas, comerciales y financieras.    
Hablar de inversión en medio de la crisis puede parecer hasta irónico, pero veamos de que se trata esta acción desde el origen mismo de la palabra.

La palabra latina inversio, origen etimológico del término inversión, está conformada por la suma de tres partes, que a su vez se relacionan con tres variables contempladas en esta acción desde su aspecto económico. 

inversio cuadro etimologico
Vemos que IN hace referencia a nosotros mismos, es decir, apostamos EN una actividad en la que somos capaces de generar un rendimiento, mientras VERSUS representa dar la vuelta, porque no se espera un resultado inmediato, sino dentro de un determinado tiempo, y finalmente ION le da el carácter de verbo a esta palabra, donde la acción más destacada de invertir es asumir el riesgo que significa la apuesta elegida.
Si de rendimientos y riesgos hablamos, veamos cómo fueron los rendimientos promedio nacionales durante la última década, así como la proyección para la campaña 20/21 para trigo, soja y maíz.

inversio rendimientos
En maíz y soja vemos que 6 de las últimas 10 campañas han resultado en rendimientos promedio nacionales igual o superiores a 7.500 y 2.800 kg/ha respectivamente, ganando estabilidad durante los últimos años, a excepción de la 17/18, marcada por la sequía. En trigo se observan promedios por encima de 2.800 kg/ha en 9 de las últimas 10 campañas. Los promedios nacionales no contemplan fuertes pérdidas y ganancias en regiones puntuales, con menor y mayor potencial productivo, pero sí permiten visualizar ganancias en estabilidad de rendimientos a nivel país.

La tecnología aplicada a cada cultivo será entonces la apuesta para obtener los mayores rendimientos promedio, mientras el ambiente hará su parte agregando distinto grado de riesgo según la zona de producción en cuestión.
Los precios futuros de la 20/21 para los tres cultivos, no permiten lograr rentabilidad en Dólares para prácticamente ningún sistema productivo bajo alquiler, y se espera que, a la vuelta de 6 y 12 meses, los mercados reaccionen mejorando al menos levemente los actuales niveles de precios. Sin embargo, consideremos los mínimos actuales para visualizar una hipótesis de Ingresos Brutos 20/21, según los rendimientos promedio nacionales proyectados hasta ahora.

inversio rinde bruto u$s
El mayor Ingreso Bruto lo ofrece el maíz, mientras el trigo es el menor, claro que el doble cultivo trigo/soja saca ventaja sobre un solo cultivo anual, al tiempo que permite dar vuelta el capital dos veces al año.
Para terminar el planteo de inversión, veamos qué proporción del Ingreso Bruto representa el costo de insumos (semillas, fertilizantes y fitosanitarios) en cada cultivo. Resulta que el costo de insumos para implantar maíz representa el 34% del Ingreso Bruto calculado, mientras en soja representa el 23% y 37% en trigo. Esta proporción dependerá de cada planteo tecnológico y de los rendimientos potenciales de cada lote, por lo que solo tomaremos estos porcentajes como referencia.
Podemos decir que el trigo es el cultivo que mayor proporción de costos tiene, y en el otro extremo, la soja la que demanda menor proporción de su futuro Ingreso Bruto.
¿Por qué nos concentramos en el Ingreso Bruto y en el costo de los insumos? 
Dijimos que los precios de los granos son mínimos, y que no habría renta en Dólares de continuar así, pero, sin embargo, ante un contexto que no manejamos, la compra de insumos, para cosechar a la vuelta de seis y doce meses, se transforma en un resguardo de valor tal que, a mayor volumen de dinero trasladado de hoy hacia la cosecha 20/21, mayor nivel de protección tendremos ante saltos devaluatorios que reduzcan la capacidad de compra del PESO argentino. 
Conclusiones: Si de resguardar valor se trata, la inversión en cada hectárea de trigo/soja y cada hectárea de maíz, cuenta como el banco más seguro, donde el clima es el riesgo más previsible de estos días, mientras el mercado nos da tregua con los meses que tenemos por delante y la promesa de reactivación internacional que, más temprano que tarde podría mejorar el resultado final de nuestra apuesta. Aceptamos el riesgo sobre lo que sí sabemos hacer, sembrar, cultivar y cosechar, y aceptamos el desafío de mejorar la gestión de compras y ventas, para conquistar resultados en medio de la incertidumbre.

Marianela De Emilio
Ing. Agr. Msc. Agronegocios
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