Soja, Argentina y el mundo

Opinión 18 de mayo de 2020 Por Las Rosas Digital
Opinión - Por Marianela De Emilio, Ing. Agrónoma - Msc. Agronegocios
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Soja, un cultivo que entró en la historia argentina desde los 70s y fue ganando terreno literalmente, hasta convertirse en el más sembrado del país, con un fuerte protagonismo en la economía local. A nivel internacional es el tercero en volumen producido, siendo maíz y trigo el primero y segundo respectivamente. Al producirse principalmente en tres países, Estados Unidos, Brasil y Argentina, y estar en un país, China, concentrada el 30% de la demanda mundial, se entiende por qué el mercado de soja es tan susceptible a eventos que afecten a estas cuatro naciones. Así, la guerra comercial entre China y Estados Unidos, y el parate económico, tras la declaración de pandemia, llevó al precio internacional de soja a mínimos que no se veían hace más de una década.

Los precios actuales vuelven negativo el retorno económico de todos los sistemas productivos bajo alquiler, y, la mayor pregunta es ¿cuánto durarán estos precios? y ¿cuánta mercadería deberá ser vendida a pérdida, para evitar incumplimiento de pagos y seguir produciendo?

Veamos:
*  China está mejorando el volumen de compras de soja a Estados Unidos, pero sin embargo aún no alcanzan las metas pre establecidas por los acuerdos comerciales entre estos países.

*  Estados Unidos avanza en sus exportaciones, y recupera ritmo exportador respecto al año pasado a igual fecha, donde China representa hasta ahora el 36% del volumen exportado.

*  Brasil viene de un salto devaluatorio del Real en marzo-abril, que generó gran liquidación de mercadería en plena cosecha.

*  Argentina pierde competitividad exportadora por retraso cambiario y problemas logísticos por la bajante del Paraná. 

Hay ventas, hay compras, hay mercadería, y los precios permanecen en mínimos, con un avance de siembra de soja estadounidense, que promete gran volumen 20/21, y una reactivación económica que sigue calentando motores, pero a un ritmo que conduce los precios hacia la lateralidad.

La incertidumbre más grande es cuando el mundo saldrá de esta incertidumbre. El pasado 12 de mayo, se publicó el informe de oferta y demanda mundial de granos del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), y se publicaron las primeras proyecciones de la campaña 20/21. La producción mundial de soja crecería en 27 millones de toneladas respecto a la 19/20, 15 de las que se sumarían de parte de Estados Unidos, mientras las exportaciones y consumo mundial de soja aumentarían 21 millones de toneladas, y Estados Unidos exportaría 10 millones de toneladas más que en la 19/20, dato que muestra las expectativas de recuperar el volumen de exportación perdido durante el conflicto comercial con China. Sin embargo, esta es una primera proyección de la 20/21, a la que le seguirán muchos ajustes a partir de ahora, mes a mes, a medida que el rumbo de estos cuatro países y el mundo se visualice con más claridad.

Más del 80% de soja 19/20 en Brasil ya fue vendida, así también el 75% del volumen proyectado exportar por Estados Unidos. Significa que, hay un mercado internacional abastecido hasta ahora, con fuertes ventas realizadas en los últimos dos meses, pero sin soja nueva hasta la cosecha estadounidense, que inicia en cinco meses. Argentina, con el 56% de la soja 19/20 pendiente de comercializar, exporta casi la mitad del volumen total exportado de harina de soja del mundo. Pero, lo que podría ser una ventaja en los próximos meses para nuestro país, realmente no lo es, dado que tiene su principal avenida de acceso, el Río Paraná, con las máximas restricciones de tránsito de los últimos 50 años. 

La Bolsa de Cereales de Rosario ha realizado un estudio en el que estiman pérdidas de hasta U$S 244 millones en Rosario, donde el menor volumen de carga de los buques, los tiempos de espera y las maniobras para evitar quedar encallado, son algunos de los principales condimentos que encarecen el costo de fletes. Se suma que los fletes marítimos, principalmente los buques tanques, se han encarecido, por ser una alternativa de almacenaje del petróleo no demandado en el mundo por las cuarentenas. 

Los pronósticos de corto plazo no son alentadores, dado que anuncian una profundización en la bajante del Paraná hacia fines de mayo, donde el puerto de Santa Fe llegaría a mínimos de 75 cm, hoy en 80 cm, y en Paraná 41 cm, hoy en 48 cm, cuando el promedio de los últimos 24 años fue de 3,9 y 3,5 metros respectivamente, datos del Instituto Nacional del Agua (INA).

En cuanto al mediano plazo, la tendencia climática es desfavorable, dado que se necesita un período de reposición de lluvias tal que logre restablecer los caudales de las numerosas cuencas que confluyen en el Paraná, para finalmente elevar el nivel de este gran corredor fluvial, que dice presente en medio de una de las más grandes crisis económicas a nivel global.

Conclusiones: Soja, el grano que genera más del 50% del volumen de dinero agrícola del país, dispone de volumen de cosecha, pero no de precios que ofrezcan cubrir los costos a nivel de agro empresa, ni de condiciones para ser competitivos en la exportación a nivel nacional. Esto nos deja en cuarentena para la soja, y requiere de protocolos de gestión comercial y financiera muy eficientes desde el productor y desde el estado, para salir de la misma lo antes posible y con el menor nivel de perjuicio.

Así como la bajante del Río Paraná no podría revertirse inmediatamente, la reactivación económica global tampoco parece poder, y la habilidad para maniobrar con tan poca agua, dejará al descubierto las fortalezas y debilidades de quienes transitamos este río. 

Marianela De Emilio
Ing. Agr. Msc. Agronegocios
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