Trigo: Costos y riesgos

Opinión 04 de mayo de 2020 Por Las Rosas Digital
Por Marianela De Emilio - Ing. Agr. Msc. Agronegocios
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Frente a una campaña donde el mercado internacional da luz verde para apostar al trigo, el escenario local nos da luz amarilla en cuanto al clima, tanto meteorológico como de precios. Por tanto, con la superficie decidida, repasemos costos y riesgos, para avanzar sobre la gestión comercial de este cereal.

Para obtener los costos se considera un sistema productivo del Sur de Santa Fe, con un ambiente y tecnología que apunta a un rendimiento de 40 quintales por hectárea. Los costos de comercialización toman como referencia una distancia a puerto de 200 kilómetros. Se toma un costo anual de alquiler de 16 quintales de soja por hectárea, y se afecta al trigo el 40% de este valor, es decir 6,4 quintales de soja. Por último se estima un costo de estructura, para una empresa agrícola de 500 hectáreas, donde los impuestos, combustible, reparaciones, costo de vida alcanzarían los U$S 120/Ha, a lo que se afecta al trigo en un 40% de ese total. 

Es necesario aclarar que cada unidad productiva conoce su realidad y tiene sus propios costos, estos solo representan un modelo para hacer un análisis de la gestión de costos.

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En el cuadro vemos los costos en Dólares por hectárea, en Dólares por tonelada, y la proporción de cada componente sobre el costo total. Se puede visualizar entonces que el 45% del costo total corresponde a implantación, y es en este costo que hay que considerar la primera etapa de decisiones comerciales.

Si se estima un rendimiento de 40 qq/ha, con un valor del trigo a futuro enero 2021 en U$S 161,5/TN la cuenta no cierra, queda U$S -3/TN por debajo de un costo total de U$S 164,5/TN. Se suma que el clima local de precios no ofrece grandes chances de suba, teniendo en cuenta posibles ajustes impositivos, que representen una quita de precio que podría rondar entre U$S -8 y -10/TN, y más bajas podrían haber por menor demanda internacional del trigo argentino. Recordemos que las exportaciones de Argentina han tenido especial protagonismo en las últimas campañas, debido a que, junto a Australia, somos los únicos productores y exportadores del Hemisferio Sur, que salimos al mercado en contra estación con el Hemisferio Norte, y que ese país entra en un año que espera recuperar parte del mercado exportador perdido, por tres campañas consecutivas con sequía. Además de Australia, tenemos a Estados Unidos, con precios muy competitivos, y no tan lejos de nuestros clientes, cuando las condiciones comerciales cambian, sobre todo si Argentina deja de dar ventajas arancelarias a Brasil, y este avanza en sus negociaciones con USA, quitando parte del volumen que destinamos anualmente al vecino país. 

Este planteo, lejos de amedrentarnos ante la siembra de trigo, debe ponernos en eje para tomar decisiones. Si consideramos que de U$S 180/TN de la actual cosecha pasamos a U$S 200/TN y de ahí a U$S 160/TN para la nueva cosecha, no es descabellado pensar que podrían haber bajas de U$S -10 o -20/TN, y se hace relevante pensar en cubrir, a los actuales precios futuros, parte de los costos.

Volvamos a los costos de implantación, que representan el 45% del costo total. Si consideramos el ingreso bruto de 40 qq/ha al actual precio futuro del trigo enero en U$S 161,5/TN, tenemos que el 46% de ese ingreso bruto iría al costo de implantación, y en esto tenemos una proporción de la futura cosecha a cubrir con estos precios futuros. Esto en un campo con potencial de 40 qq/ha representa vender en forma anticipada 18,4qq/ha.

La pregunta es ¿Qué tan arriesgado es vender casi la mitad de lo que se espera cosechar, sin aún haber sembrado? La respuesta la encontramos en tres aspectos básicos: El clima, el lote y la tecnología aplicada.

- El clima:
Según los pronósticos extendidos, el trimestre mayo-julio muestra 45% de probabilidades de lluvias inferiores a lo normal, mientras los modelos predictivos del evento El Niño o La Niña, en base a temperaturas oceánicas, tienden a un evento La Niña desde julio a diciembre, es decir, más probabilidades de lluvias inferiores a lo normal en el segundo semestre del año. 

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Sin embargo también se anuncian posibles lluvias por encima de lo normal hacia julio. 
- El lote:
Viene con un contenido de humedad en el perfil que varía entre 40 y 70% de agua útil para el sur de Santa Fe. Vale poner entonces sobre la mesa todo lo que se conoce de historia productiva del lote, en cuanto a rangos de rendimientos extremos, a fin de conocer el riesgo productivo en años con lluvias no abundantes.
- La Tecnología Aplicada:  
De manera que el buen uso de la tecnología y prácticas de manejo, se hacen fundamentales en una campaña que no promete regalar nada. Cada milímetro de agua cuenta, cada gramo de nitrógeno debe ser bien aprovechado, cada ambiente debe ser nutrido de la tecnología a la que puede responder con mejor relación costo/beneficio.

Conclusiones: En medio de un mercado internacional bajista, que empezaría a remontar lentamente a partir de esta semana, con el cereal que mejor comportamiento de precios ha tenido, el trigo, tenemos un doble riesgo por delante para la cosecha 20/21, el clima y el precio. De manera que, abrir el paraguas tecnológico, para apostar a una siembra que minimice los riesgos climáticos, y usar herramientas comerciales que pongan límite al riesgo precio, sin comprometer entrega de mercadería. Tomar decisiones anticipadas permite ingresar a la campaña 20/21 acotando parte de la gran incertidumbre reinante en el país y el mundo. 

Marianela De Emilio
Ing. Agr. Msc. Agronegocios
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