Básquet: Se van dos gladiadores “Celestes” con la valija llena de ilusiones

El traspié sufrido anoche por Almafuerte, en Santa Fe y ante Rivadavia Juniors por la decimotercera fecha de la Liga Provincial de Básquet significó el adiós para Nicolás Franco y Joaquín Valinotti, estandartes de la inagotable cantera regional. Su futuro estará en el equipo marplatense de Peñarol. Ambos, son el punto culmine de un impecable trabajo mancomunado en uno de los clubes modelo por estos pagos.

“Todo tiene un final… todo termina” reza la famosa canción del grupo de rock nacional “Enanitos Verdes” y, en este caso, se cierra un ciclo muy productivo para esta dupla de jóvenes promesas que tantas sonrisas supo robarle a ese incondicional público “Celeste”. Y es que de eso se trata la vida misma: de quemar etapas en pos del crecimiento y el perfeccionamiento que todo desafío, con alto grado de ambición, demanda que, trasladado al ámbito del deporte de élite, se traduce en la paulatina y sistemática incorporación de valores, fundamentos, experiencias y conocimientos que deben renovarse permanentemente si el deseo final es la gloria en su estado más puro.

Casual o causalmente, este equipo de Almafuerte pierde al rey y la reina si de una partida de ajedrez se tratara. Sin desmerecer tareas ni posiciones, todo combinado exitoso en tal disciplina tendrá sustento en la labor del base – Valinotti – y el pívot – Franco – ya que no se puede convertir puntos sin tener la pelota y a un notable pasador pero de nada sirve el más dúctil manejo del principal instrumento de juego sin un goleador: ese que esté siempre ahí, que pueda hacer el trabajo sucio con la suficiente visión y capacidad para saber en qué momento justo darle participación al compañero mejor ubicado y cuando abrirle camino a los más talentosos en esto de picar la bocha casi sin soltarla de las manos.

De cualquier forma, los sabios y grandes filósofos jamás se cansan de pregonar que, la real clave para tocar las puertas del cielo y poder atravesarlas está por encima de las virtudes deportivas. Resulta trascendental comprender que, sin tener la altísima calidad de persona de estos purretes no se puede llegar ni a la vuelta de la esquina; los verdaderos entrenadores buscan buena gente primero y cracks después: sin humildad, sacrificio y generosidad difícilmente Peñarol de Mar del Plata – con el técnico del seleccionado argentino, Sergio “Oveja” Hernández, a la cabeza – te invite a formar parte de sus filas. Ahora sí llegó el momento de descorchar el champagne más caro de la bodega, augurar los mejores deseos y aplaudir hasta el cansancio. Salud por los chicos y que viva el básquet!!!