“En el comienzo de esta situación tan incómoda para todos que nos trae la pandemia, hicimos muy poco. Luego pasando un poco el tiempo se destrabaron algunas cuestiones y retomamos las actividades no convencionales, planteando acciones más cerca de donde los chicos están todo el tiempo, como es el taller o a través de caminatas y movimientos físicos, donde ellos vayan haciendo algún proceso de adaptación porque él parate fue muy grande y no es fácil comenzar de un día para el otro con la rutina diaria que venían llevando”, dice Marcos Di Santo.

“Los chicos, sus padres, todos los comprometidos en el deporte adaptado, vivieron los momentos iniciales como estresantes, pero luego por las características de estos grupos se priorizó el retorno de las actividades, con un protocolo que definió la Provincia para hacerlo de manera individual, acompañados por una persona que puede ser un familiar o un profe a cargo”, continúa. “Inicialmente con algunos temores, incertidumbres, pero cuidándonos mucho se va avanzando esperando en algún momento el regreso a los clubes, para practicar tanto tenis como basquet adaptado.”

“Cuando el clima ya nos acompañe más adelante, cuando los chicos hayan logrado estar mejor físicamente, quizás en el mes de septiembre podremos regresar más a pleno”, concluye Di Santo.