Nadie es profeta en su tierra. De eso podría dar fe Juan José Scarpeccio. Su nombre es desconocido en la Argentina, pero no aquí en Mérida, Venezuela. Aunque falleció en 2006, su huella fue tan profunda que mandaron a construir una estatua en el ingreso al estadio Metropolitano.

Este argentino que jugó algunos partidos en Platense en el inicios de la década del 70, llegó a Mérida en 1974 y encontró su lugar en el mundo. Jugó diez años en Estudiantes de esta ciudad, se nacionalizó y hasta vistió la camiseta de la Vinotinto en las Eliminatorias para el Mundial de España en 1982.

Scarpeccio nació en Las Parejas y era muy amigo de Jorge Valdano. Este volante izquierdo, con llegada y gol, probó suerte primero en Platense, hasta que le surgió una propuesta para jugar en Venezuela, en Estudiantes, de la Andina ciudad de Mérida. Llegó y se quedó aquí para siempre. Y cuando se construyó el estadio Metropolitano la opinión fue unánime: Scarpaccio merecía una estatua.

El colega Damián Cloquell, hijo de Medardo Alberto, exjugador de Los Andes y San Telmo, le cuenta a Clarín: “Un día hice una encuesta en la radio preguntando por el equipo de todos los tiempos de Estudiantes (de Mérida). La condición era que participaran oyentes que hayan visto fútbol durante las últimas cuatro décadas. Siempre aparecía Scarpeccio”.

Un dato curioso es que tras el fallecimiento (sufrió un accidente automovilístico en 2006) de este notable jugador (aquí jugó como un 10 más de área, con mucho poder de gol), la Federación Venezolana de Fútbol decidió nombrar al campeonato de 2007 con el nombre del argentino nacionalizado venezolano. Ese año, descendió Estudiantes por primera vez en su existencia. Curiosa historia del argentino que es ídolo en Mérida y tiene su propia estatua.

PD: Juan José jugó en Argentino de Las Parejas donde se inició futbolísticamente y a los 16 pasó al Club Atlético de Platense, en Buenos Aires. Debutó en primera a los 18 años, y a los 21 fue contratado por Estudiantes de Mérida. 

• Oscar Barnade